Las cajas de almacenaje simplificaron mi vida de soltera
Jamás pensé que las cajas de almacenaje se convertirían en unas grandes aliadas para mi vida independiente.
Desde muy pequeña, el orden fue una regla básica en mi hogar, todo debía estar perfectamente limpio y reluciente. Sin embargo, esto no tuvo demasiada importancia para mí, dejaba todo en cualquier parte, nunca, a pesar de todas las regañinas recibidas, entendí por qué mi madre era tan insistente con dejar todo perfectamente ordenado.
Y sí, los riñas eran constantes, yo no lograba entender por qué le molestaba “un” papel olvidado en el escritorio o “una” blusa sobre mi cama. “No era tan grave”: pensaba yo.
Las rutinas de aseo y orden estaban marcadas por un horario, ubicado sobre el refrigerador y pegado con un imán, para que estuviera ahí, bien puesto. Se definían los deberes semanales de cada uno de los cuatro integrantes de mi familia. Mi hermana mayor, mi padre, mi madre y yo.
Por suerte, la única con déficit de organización era yo, que seguía las instrucciones con desgano o sin esforzarme como debía.
No. No se trataba de ser una persona desordenada, pues en mis estudios siempre lo fui, en la universidad tenía marcadores de colores y separadores para notas importantes. Una vez me incorporé al mercado laboral, mi lugar de trabajo siempre estaba en orden, con una planta, bolígrafos, marcadores y post-it para notas. Así que auto tildarme como desordenada, no sería justo con los esfuerzos que hacía por tener mis espacios ordenados y por tanto acogedores, fuera del hogar.
En realidad, se trataba de no prestar mucha atención al orden en casa, pues estaba habituada a verlo todo en excelente estado y lugar. Me acostumbré a que, en ese escenario, todo estaría siempre perfecto. No tenía la necesidad de organizar por mi propia cuenta.
Es cuando te alejas de tu hogar, es en ese momento en el que entiendes tanta insistencia.
Ahora soy fan No. 1 de las cajas de almacenaje
A mis 25 años, elegí salir de mi hogar, por un asunto de cercanía a mi lugar de trabajo. Cuando me mudé, fue algo fácil, no tenía mucho por llevar, pues poco a poco iría adquiriendo mis cosas. Resulta que cuando te independizas, no dimensionas todo lo que vas a necesitar.
Mi madre me dio un consejo fantástico: “tú, que no eres fanática del orden, guárdalo todo, despeja el espacio siempre”. Ese día me regaló dos cajas de almacenaje, eran bonitas, con mis colores favoritos y de buena capacidad. Incluso, una la utilicé para mis libros y hojas sueltas y en la otra, ubiqué unos cuantos pares de zapatos.
Lo curioso es que, así como las guardé, así se mantuvieron, no tuve necesidad de sacar estos elementos de allí, pues me parecían el lugar perfecto para ellos y otras cuántas cosas más.
Te explico. Cuando tienes cajas organizadoras, la decoración de interiores, se vuelve un asunto de elección y no de obligación. Pues estos elementos, se adaptan a cualquier parte de tu hogar y tienen una capacidad infinita para proteger tus pertenencias, moverlas fácilmente de un lugar a otro, sobre todo las que vienen con ruedas y, con su tapa hermética, logras preservar el estado actual de cada cosa que guardes allí.
Tengo que confesar que soy fanática a la manicure y la decoración de uñas, veo tutoriales e intento hacer siempre diseños preciosos que combinen con mi outfit.
Cuando algunas amigas me visitan, suelo sacar todos mis esmaltes y arreglar sus uñas y ¿sabes dónde guardo la cantidad de esmaltes que he ido comprando, además de los accesorios generales para tener un excelente diseño de uñas? ¡Acertaste!, lo hago en una caja de almacenaje con tapa de color lila.
Me encanta porque allí están todos los elementos que necesito y mis esmaltes se han conservado de una manera sensacional.
¿Qué otros usos le doy a las cajas organizadoras?
Como te comentaba, poco a poco fui adquiriendo el mobiliario de mi hogar. Cuando esto pasa, te empiezas a llenar de cosas para almacenar como facturas, papeles, contratos, recibos.
No solo eso, hay cosas que solo sacas durante alguna temporada del año. Por ejemplo, los adornos navideños. ¿Qué haces con todo eso de enero a noviembre?, pues tratar de conservarlos perfectos para el siguiente año sacarlos intactos.
Es ahí cuando recurro a mis preciadas cajas de almacenaje. También lo hago con algunos zapatos de poco uso o al guardar todos los elementos de primeros auxilios, ungüentos o medicamentos. Es un pequeño botiquín que tengo siempre conmigo.
Cuántas cosas puedes guardar en una caja de almacenaje, ¿verdad? Su funcionalidad es enorme y lo mejor es que sirven para todo.
Si hablamos de la cocina, en mi pequeño departamento, no tengo una cocina con muchos compartimentos, así que además del refrigerador, utilizo estas cajas organizadoras para ubicar los alimentos no perecederos, enlatados y demás que no requieren refrigeración. ¡Me queda muy bien organizada!
¡Ahora lo entiendo todo! No hay nada como ver tu hogar reluciente, completamente organizado y despejado.
No solo se trata de que todo luzca ordenado, esto tiene que ver con sensaciones más profundas como la tranquilidad, la paz que reina en un ambiente limpio y libre, las energías positivas que irradias al tener tu casa organizada.
Bien lo dijo María Gallay, autora del libro El poder del orden: “Cuando organizas tu espacio por completo trasformas el escenario que te rodea. El cambio es tan profundo que sentirás que vives en un mundo totalmente distinto”.